Semanas atrás Lennon Shimokawa de devAcademy comentaba los tres principales retos a la hora de emprender en tecnología fuera de la capital, en su caso desde Ica (Perú). Con una imagen sugerente de un salmón nadando a contracorriente, y en un tono convencido de hacer que las cosas pasen, Lennon cita esos tres retos: a) problemas de acceso a internet, b) bajo nivel académico de las universidades, y c) un pequeño ecosistema tecnológico y de emprendimiento.
Leer ese post desde el otro lado de la frontera, en mi caso Ecuador, y contextualizado en mi actividad profesional ejercida en el último decenio, hizo que me sienta identificado con mi ciudad que no es capital (Loja), con la universidad donde trabajo, y concretamente con el Centro de Emprendimiento prendho que además de incubar emprendimientos ha podido impactar en el ecosistema ecuatoriano.
Por otro lado, hace exactamente cinco meses atrás, desde noggalito empezamos a buscar relaciones de negocios y de oferta de empleo en el norte peruano, concretamente en Piura. Desde entonces hemos seguido un bucle repetitivo de abrir una puerta para encontrar una oportunidad de desarrollo que luego de caminar algunos pasos nos vuelve a invitar a abrir nuevas puertas a nuevas oportunidades aún más grandes. Siete viajes seguidos a Piura y Chiclayo para contactar desarrolladores, emprendimientos, comerciantes, universidades, gobiernos… y restaurantes con excelente comida, me han corroborado lo que intuía desde el inicio:
Por otro lado, la Universidad Católica San Pablo ubicada en Arequipa lleva adelante su incubadora de emprendimientos Kaman, siendo la única operando fuera de Lima. Hace un par de semanas organizó el INNOTRANSFER, un evento que aglutinó al ecosistema emprendedor peruano, y que personalmente me aportó mucho a visionar y entender la complejidad del estado situacional antes de lanzarse a promover iniciativas de emprendimiento en el norte peruano. Sobra decir que uno de los días dediqué a conocer una de las ciudades más hermosas del Perú (a mi criterio), y que algo quedó grabado en las fotos que me traje.
Dicho esto, juntando todos los elementos que he podido seleccionar en estos últimos cinco meses, creo que es el momento para lanzarse a construir espacios y oportunidades que impacten en ese entorno económico y social del norte peruano, concibiendo a noggalito como un brazo ejecutor de lo que prendho y la universidad que lo cobija pueda transferir, desarrollando estrategias de softlanding o co-incubación a ambos lados de la frontera. Pero además, este espacio por crear (llámese incubadora, aceleradora, etc.) será la punta del iceberg para construir a largo plazo un clúster o corredor binacional focalizado en la gran macroregión ecuaperuana.
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